Durante los últimos años, ha aumentado la importancia de contar con sistemas de ventilación eficientes en los edificios. La mala ventilación no solo genera incomodidad para las personas, sino que también tiene un impacto negativo en su salud y bienestar. Una forma de garantizar una ventilación eficiente es a través de la demanda controlada de ventilación, que ajusta las tasas de ventilación según los niveles de ocupación y actividad en un edificio. Esto puede ocurrir únicamente a través del uso de sensores de HVAC inteligentes y multifuncionales.
Los sensores que pueden ofrecer una demanda controlada de ventilación están diseñados para detectar ocupación, temperatura, humedad y otros factores ambientales en un edificio. Estos sensores proporcionan datos en tiempo real, que se pueden utilizan para ajustar las tasas de ventilación en función de las condiciones reales en el ambiente cerrado, no precisándose unos ajustes fijos del sistema de ventilación. Esto ayuda a garantizar que el edificio esté óptimamente ventilado en todo momento y al mismo tiempo minimiza los gastos de energía.
Sensores de ocupación
Están diseñados para detectar la presencia de personas en un espacio cerrado. El problema con los sensores infrarrojos (PIR) de presencia clásicos es que solo pueden detectar personas en movimiento. Cuando Usted está sentado en un sofá sin moverse, un sensor PIR no detectará ninguna presencia. Por lo tanto, Sentera ha optado por desarrollar sensores de luz. Estos sensores miden la cantidad de luz ambiente. El sistema de ventilación se puede controlar según estas mediciones. Cuando el ambiente cerrado está iluminado, entonces hay actividad y debe estar adecuadamente ventilado. Cuando está oscuro, el espacio no se usa y el flujo de aire se puede reducir para ahorrar energía.
Sensores de temperatura
Son otro componente muy importante de los sistemas de demanda controlada de ventilación. Estos sensores se utilizan para medir la temperatura en diferentes áreas del edificio y ajustar la tasa de ventilación. Por ejemplo, si la habitación está demasiado caliente y el aire exterior está más frío, se puede suministrar este aire frío, asegurándose de este modo ahorros de energía. Esto es, la habitación se puede enfriar, suministrando aire exterior frío y filtrado. Por supuesto, la temperatura del punto de rocío debe controlarse para evitar la condensación.
Sensores de humidad
También son de gran importancia para la demanda controlada de ventilación. Los altos niveles de humedad pueden provocar una variedad de problemas, incluido aparición de moho, olores malos e incomodidad para las personas. Los sensores de humedad detectan los niveles de la misma en una habitación y ajustan la tasa de ventilación para mantener niveles óptimos. Esto ayuda a prevenir los problemas, causados por los altos niveles de humedad y, al mismo tiempo, garantiza que los ocupantes sientan un ambiente cómodo y sano. Los sensores de humedad relativa se utilizan regularmente en ambientes húmedos (por ejemplo, baños) para regular el flujo de aire en función de la humedad.
Sensores de dióxido de carbono (CO2)
Las personas producen CO2 mientras respiran. Por lo tanto, el nivel de CO2 es una medida ideal para la tasa de ocupación de una habitación. Por esa razón, los sensores de CO2 también se usan comúnmente en los sistemas de ventilación, basados en la demanda. Estos sensores miden el nivel de CO2 en una habitación y ajustan la tasa de ventilación. Los altos niveles de CO2 pueden causar fatiga, dolores de cabeza y otros problemas de salud a las personas, por lo que es muy importante asegurarse de que la concentración de CO2 se mantiene en un nivel normal. Cuando la concentración de CO2 aumenta, es necesario un suministro adicional de aire fresco para garantizar una buena calidad del aire interior. Cuando no se utiliza la habitación, el nivel de CO2 se igualará a la concentración del aire exterior y se requerirá menos suministro de aire fresco. De esta manera se puede ahorrar energía.
Sensores de TCOV
Los Compuestos Orgánicos Volátiles o COV se producen por sustancias como productos de limpieza, adhesivos, pinturas, alfombras nuevas, fotocopiadoras e impresoras y materiales de construcción y muebles. Los COV también se emiten por los seres humanos y los animales a través del aliento, el sudor y directamente de la piel. Es bien conocido, que los COV causan irritaciones en los ojos, la nariz y la garganta, dolor de cabeza, somnolencia, mareos, náuseas, dificultad para concentrarse y fatiga. Por lo tanto, es muy importante monitorear los niveles de COV y extraer el aire contaminado del ambiente cerrado. El TVOC es la suma de los diferentes COV y es un buen indicador de la calidad del aire interior o CAI.
En resumidas cuentas, los sensores para demanda controlada de ventilación (DCV) tienen un papel fundamental para garantizar, que los edificios estén adecuadamente ventilados y al mismo tiempo minimizar los gastos de energía. Los sensores de ocupación, temperatura, humedad, CO2 y TCOV son componentes esenciales de un sistema de demanda controlada de ventilación. Mediante el uso de estos sensores, la tasa de ventilación de los edificios se puede ajustar en función de la ocupación y las condiciones ambientales reales, lo que garantiza que las personas que tengan un sentido de comodidad, asegurándose asimismo su comodidad. No menos importante es subrayar, que todo ello viene acompañado a unos significativos ahorros de energía.
Sensores de ocupación
Están diseñados para detectar la presencia de personas en un espacio cerrado. El problema con los sensores infrarrojos (PIR) de presencia clásicos es que solo pueden detectar personas en movimiento. Cuando Usted está sentado en un sofá sin moverse, un sensor PIR no detectará ninguna presencia. Por lo tanto, Sentera ha optado por desarrollar sensores de luz. Estos sensores miden la cantidad de luz ambiente. El sistema de ventilación se puede controlar según estas mediciones. Cuando el ambiente cerrado está iluminado, entonces hay actividad y debe estar adecuadamente ventilado. Cuando está oscuro, el espacio no se usa y el flujo de aire se puede reducir para ahorrar energía.
Sensores de temperatura
Son otro componente muy importante de los sistemas de demanda controlada de ventilación. Estos sensores se utilizan para medir la temperatura en diferentes áreas del edificio y ajustar la tasa de ventilación. Por ejemplo, si la habitación está demasiado caliente y el aire exterior está más frío, se puede suministrar este aire frío, asegurándose de este modo ahorros de energía. Esto es, la habitación se puede enfriar, suministrando aire exterior frío y filtrado. Por supuesto, la temperatura del punto de rocío debe controlarse para evitar la condensación.
Sensores de humidad
También son de gran importancia para la demanda controlada de ventilación. Los altos niveles de humedad pueden provocar una variedad de problemas, incluido aparición de moho, olores malos e incomodidad para las personas. Los sensores de humedad detectan los niveles de la misma en una habitación y ajustan la tasa de ventilación para mantener niveles óptimos. Esto ayuda a prevenir los problemas, causados por los altos niveles de humedad y, al mismo tiempo, garantiza que los ocupantes sientan un ambiente cómodo y sano. Los sensores de humedad relativa se utilizan regularmente en ambientes húmedos (por ejemplo, baños) para regular el flujo de aire en función de la humedad.
Sensores de dióxido de carbono (CO2)
Las personas producen CO2 mientras respiran. Por lo tanto, el nivel de CO2 es una medida ideal para la tasa de ocupación de una habitación. Por esa razón, los sensores de CO2 también se usan comúnmente en los sistemas de ventilación, basados en la demanda. Estos sensores miden el nivel de CO2 en una habitación y ajustan la tasa de ventilación. Los altos niveles de CO2 pueden causar fatiga, dolores de cabeza y otros problemas de salud a las personas, por lo que es muy importante asegurarse de que la concentración de CO2 se mantiene en un nivel normal. Cuando la concentración de CO2 aumenta, es necesario un suministro adicional de aire fresco para garantizar una buena calidad del aire interior. Cuando no se utiliza la habitación, el nivel de CO2 se igualará a la concentración del aire exterior y se requerirá menos suministro de aire fresco. De esta manera se puede ahorrar energía.
Sensores de TCOV
Los Compuestos Orgánicos Volátiles o COV se producen por sustancias como productos de limpieza, adhesivos, pinturas, alfombras nuevas, fotocopiadoras e impresoras y materiales de construcción y muebles. Los COV también se emiten por los seres humanos y los animales a través del aliento, el sudor y directamente de la piel. Es bien conocido, que los COV causan irritaciones en los ojos, la nariz y la garganta, dolor de cabeza, somnolencia, mareos, náuseas, dificultad para concentrarse y fatiga. Por lo tanto, es muy importante monitorear los niveles de COV y extraer el aire contaminado del ambiente cerrado. El TVOC es la suma de los diferentes COV y es un buen indicador de la calidad del aire interior o CAI.
En resumidas cuentas, los sensores para demanda controlada de ventilación (DCV) tienen un papel fundamental para garantizar, que los edificios estén adecuadamente ventilados y al mismo tiempo minimizar los gastos de energía. Los sensores de ocupación, temperatura, humedad, CO2 y TCOV son componentes esenciales de un sistema de demanda controlada de ventilación. Mediante el uso de estos sensores, la tasa de ventilación de los edificios se puede ajustar en función de la ocupación y las condiciones ambientales reales, lo que garantiza que las personas que tengan un sentido de comodidad, asegurándose asimismo su comodidad. No menos importante es subrayar, que todo ello viene acompañado a unos significativos ahorros de energía.