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¿Por qué debe monitorearse el total de compuestos orgánicos volátiles (TCOV) y la calidad del aire interior?

Junto con el aumento del aislamiento térmico de nuestros edificios, la importancia de los sistemas de ventilación inteligentes está creciendo y, especialmente, cuando se trata de mantener una buena calidad del aire interior y minimizar las pérdidas de energía. Los siguientes parámetros tienen un impacto directo sobre la salud, la sensación de bienestar y la comodidad de las personas: - Temperatura (T), - Humedad relativa (HR), - Total de compuestos orgánicos volátiles (TCOV) y Equivalente de CO2 (CO2eq). Como una empresa especializada en las soluciones de control para instalaciones HVAC y sistemas de ventilación, Sentera ha desarrollado una amplia gama de sensores, cada uno con su propia aplicación específica. Para orientarle en el proceso de selección del sensor adecuado para sus necesidades, le explicaremos estos diferentes parámetros en detalle:

1) La temperatura y la humedad relativa tienen un impacto directo sobre la sensación de bienestar y la comodidad de las personas. El aire seco produce sequedad de la piel, picazón de los ojos e irritación de los conductos nasales. Esto puede causar sangrado de nariz o picazón de garganta, así como puede agravar los síntomas del resfriado común y algunas enfermedades respiratorias. Además, aumenta la electricidad estática, que Usted siente en la ropa, el cabello, los muebles, las alfombras y las moquetas. Los altos niveles de humedad relativa pueden provocar la formación de condensación en ventanas, paredes y techos, que están más fríos que la temperatura del aire, existiendo de este modo la posibilidad de daños de los materiales de construcción, así como causando malos olores y moho en los espacios poco ventilados. Dado que la temperatura y la humedad relativa resultan los parámetros básicos, que determinan la comodidad y el bienestar de las personas, la mayoría de los sensores de Sentera pueden medirlas.

2) Los Compuestos orgánicos volátiles (COV). La contribución humana a la contaminación del aire interior históricamente se ha correlacionado con el CO2, que se usa generalmente como un indicador de ventilación insuficiente en ambientes cerrados, no obstante, todo ello no pone fin al asunto. Los compuestos orgánicos volátiles (COV) causan irritaciones en los ojos, la nariz y garganta, dolor de cabeza, somnolencia, mareos, náuseas, dificultad para concentrarse y fatiga. Los COV en ambientes cerrados se producen por sustancias y objetos como productos de limpieza, adhesivos, pinturas, nuevas alfombras, fotocopiadoras e impresoras, materiales de construcción y muebles. Los COV también se emiten por seres humanos y animales en su aliento, sudor y directamente por su piel.

3) El equivalente de CO2 (CO2eq). Para conseguir una detección más precisa de la calidad del aire interior, Sentera desarrolló los sensores multifuncionales de la serie TCOV, que pueden monitorear la temperatura, la humedad relativa, la luz ambiental y los niveles de COV. También existe la posibilidad para cambiar la medición de COV en equivalente de CO2, (CO2 eq).
 
En comparación con los otros sensores de COV, la nueva serie de Sentera destaca con mayor sensibilidad al hidrógeno (H2). En ambientes cerrados, se espera que la concentración de H2 se correlacione con las concentraciones de CO2, puesto que la respiración humana contiene concentraciones significativas de ambos CO2 (4 %) y H2 (10 ppm). Además, las personas son la fuente principal de CO2 y H2 en los ambientes cerrados. Esto permite distinguir la influencia de la presencia humana entre otros contaminantes y controlar el sistema de ventilación según las características particulares del ambiente cerrado. Ventilación según el nivel de TCOV (o CO2eq) se precisa para ambientes cerrados, donde la calidad del aire interior debe optimizarse de una manera continua, como por ejemplo, salas de estar, oficinas, algunos ambientes industriales, etc.
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